Mitología japonesa» Dioses Izanagi e Izanami
En el comienzo nacen los primeros dioses, en la alta planicie del cielo. Al principio los dioses se esconden y es sólo al cabo de varias generaciones que aparecen el dios Izanagi y diosa Izanami. La creación del mundo comienza con ellos. Al principio la Tierra estaba totalmente desordenada, era el caos. Los dioses ordenan entonces a Izanagi y a Izanami ordenar y consolidar la tierra. Para hacerlo, se les entrega una inmensa lanza muy decorada. Izanagi e Izanami se colocan sobre el puente que flota en el cielo, puente que relaciona el mundo de arriba con el de abajo y sumergen la lanza en el océano. Al sacarla, una de las gotas que caen otra vez en el océano se transforma en una isla. Izanagi e Izanami bajan del cielo y se instalan en esa isla. Construyen allí su casa y deciden unirse. Así, Izanami pone en el mundo numerosos hijos, numerosos Kamis. Izanami muere trayendo al mundo al Kami del fuego, que la quema. Su muerte desespera a Izanagi. Él intenta hacerla volver del mundo de los muertos “el país misterioso de las raíces”, pero no lo consigue. Sin ella, él mágicamente da a luz a numeroso Kamis. En el momento de su viaje al país de los muertos, Izanagi sí encuentra Izanami, pero ésta le dice que no puede volver a la Tierra ya que ha probado el alimento de este país, pero que encontrará una solución. Además, le dice que no le mire en ningún momento. Desgraciadamente, Izanagi es demasiado curioso y no puede evitar mirarla y se transforma en un demonio furioso. Izanagi tiene que huir al ser perseguido por los ocho dioses del trueno y todos los guerreros de los infiernos. Consigue huir y tapa la salida del reino de los muertos con un peñasco enorme. Izanagi consigue salvarse pero pierde para siempre a su esposa. Para limpiarse del viaje, se baña en el río. De ese baño nacerán más de diez Kamis, entre ellos la diosa Amaterasu, el dios del sol. |